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- El océano podría sufrir también la extinción masiva
- La impresionante insolación de Chile y su potencial solar
- En África el 65% de la tierra fértil sufre degradación
Posted: 18 Jan 2015 04:00 AM PST
El uso del mar puede causar la misma extinción de animales que en la tierra, según un estudio
Fecha de Publicación: 18/01/2015 Fuente: RTVE País/Región: Internacional Un consorcio de científicos advierte, en un estudio sobre los actuales patrones de uso humano de los océanos, de signos de que las poblaciones de animales marinos podrían tener que afrontar un gran desafío en los próximos cien años, similar al colapso que ha conducido a la extinción de 500 especies de animales terrestres. Las poblaciones de vida silvestre en los océanos son tan saludables como lo eran las de la tierra cientos o miles de años atrás, pero esto puede estar a punto de cambiar. Así, los mismos patrones que llevaron al colapso de las poblaciones de la fauna terrestre se están produciendo en el mar, según concluye la investigación que se publica este jueves en Science. Durante los últimos 500 años, cerca de 500 especies de animales terrestres han ido extinguiéndose como consecuencia de la actividad humana. En el océano, donde los científicos han contabilizado sólo 15 o menos pérdidas de ese tipo, los números en la actualidad no son tan graves, pero pueden llegar a serlo. Los efectos de la Revolución Industrial El nuevo documento compara la marcha de la Revolución Industrial en la tierra con los actuales patrones de uso humano de los océanos del mundo. Durante la década de 1800, grandes extensiones de tierras de cultivo y fábricas hicieron retroceder los bosques y emplearon recursos que fueron minando y perforando la tierra. Como resultado, muchas especies terrestres se extinguieron. Sin embargo, en el océano, la pesca continuó dependiendo de veleros agrupados en pequeñas zonas de aguas cerca de la costa. "Ha cambiado mucho en los últimos 200 años --lamenta el autor principal de este trabajo, Douglas McCauley, profesor del Departamento de Ecología, Evolución y Biología Marina (EEMB, por sus siglas en inglés) de la Universidad de California Santa Bárbara (UCSB), en Estados Unidos--. Nuestra caja de aparejos se ha industrializado". Las amenazas para los océanos Las granjas industriales en el mar son una de las amenazas para los oceános que señala el coautor Steve Palumbi, de la Universidad de Stanford, en Palo Alto, California, Estados Unidos. "Las granjas camaroneras se están comiendo los manglares con un apetito similar al de la agricultura terrestre, que consumió praderas nativas y bosques. Las concesiones mineras del fondo marino se persiguen con el mismo fervor que la fiebre del oro y las máquinas de minería oceánica de 300 toneladas y barcos de pesca de 750 pies están iniciando su despliegue en la cadena de montaje para hacer este trabajo", alerta. Según los autores, el aumento de la utilización industrial de los océanos y la globalización de la explotación del océano amenazan con dañar la salud de las poblaciones de fauna marina, haciendo la situación en los océanos tan sombría como que en la tierra. Como señala McCauley, ahora se pesca con helicópteros, súper barcos de arrastre guiados por satélite y las largas hileras que se extienden desde Nueva York a Filadelfia. Revolución industrial marina "Todas las señales indican que podríamos estar iniciando una revolución industrial marina -advierte--. Estamos preparando los océanos para reproducir el proceso Armagedón de la vida silvestre que hemos diseñado en la tierra". El trabajo señala como posible solución dejar a salvo del desarrollo industrial y la pesca más y mayores áreas del oceáno. Sin embargo, el coautor Robert Warner, profesor de investigación de EEMB en UCSB, alerta de que esas reservas no son suficientes. "Necesitamos una política creativa y eficaz para tratar el daño infligido a la fauna marina en los vastos espacios entre las zonas marinas protegidas", apuesta. Entre las amenazas más graves para la fauna marina está el cambio climático, que según los científicos está degradando los hábitats de la fauna marina y tiene un mayor impacto en estos animales que el que provoca en la fauna terrestre. "Los ingredientes necesarios para la recuperación" "Cualquier persona que ha tenido siempre una pecera sabe que si se pone un calentador en el acuario y se vuelca ácido al agua, los peces tienen problemas", pone como ejemplo el coautor Malin Pinsky, ecologista de la Universidad de Rutgers, Estados Unidos. "Esto es lo que está haciendo el cambio climático actualmente en los océanos", añade. Aún así, como subrayan los investigadores, la relativa salud de los océanos presenta una oportunidad para salvarlos. "Debido a que no ha habido tantas extinciones en los océanos, todavía tenemos los ingredientes necesarios para la recuperación", apunta McCauley. El futuro del océano está aún por determinar, según los autores de esta investigación. "Podemos meter la pata hacia adelante y hacer los mismos errores en el mar que cometimos en la tierra o podemos trazar colectivamente un futuro diferente y mejor para nuestros océanos", concluye Warner. . |
Posted: 18 Jan 2015 04:00 AM PST
Chile podría abastecer 10% a 20% de toda la energía eléctrica sudamericana
Fecha de Publicación: 18/01/2015 Fuente: americaeconomia.com País/Región: Chile Como consagra el refranero popular, siempre hay una luz al final del oscuro túnel. Una grande. Nadie lo esperaba, pero el país comienza a vivir un boom de producción de energía solar. Para los creyentes, seguramente, algún ubicuo dios dispuso su presencia. Otros, más escépticos de los dogmas religiosos, quizás piensan que fue el Big Bang el responsable. De cualquier modo, el sol existe. Está ahí y le regala su calor vital a la humanidad. Y aunque Chile no está al margen de ese obsequio –es más, la porción que recibe es privilegiada–, su abundancia y gratuidad no se condicen con la subutilización que históricamente ha tenido. No es un secreto que la mayor parte de los recursos energéticos –alrededor de 75%– ocupados en el país son importados y que se trata, casi en su totalidad, de combustibles fósiles. El consumo de éstos cuesta caro, tanto en términos económicos como ambientales. Sus precios dependen de las vicisitudes del mercado y su uso tiene un severo efecto en el cambio climático. Considerando ambos elementos, en Chile, el escenario es sombrío. Pero, como consagra el refranero popular, siempre hay una luz al final del oscuro túnel. Una grande. Nadie lo esperaba, pero el país comienza a vivir un boom de producción de energía solar. La afirmación no es caprichosa. Hay datos que la respaldan. La generación en base a fuentes renovables representó, a octubre de 2014, 9,25% del global, de acuerdo al Estado de Proyectos que elabora el Centro Nacional para la Innovación y Fomento de las Energías Sustentables (Cifes). Y si bien la alternativa solar equivale a sólo el 0,67% de ese total, en los últimos doce meses su capacidad instalada se incrementó de 3 MW a 244 MW. Es cierto, aún es poco. Muy poco. No obstante, el panorama futuro es tan auspicioso que hay quienes apuestan por el país como un exportador de energía eléctrica de origen solar. Uno de los elementos que han favorecido la competitividad de la opción solar es la dramática baja de los costos de las tecnologías ocupadas, fundamentalmente, en los módulos fotovoltaicos que transforman directamente la radiación en electricidad. “Ha habido una reducción muy importante en los últimos años”, dice Javier Arellano, director general en Chile de la española Solarpack. Tras ese descenso de las tarifas está China. Al menos en parte. El gigante oriental, para resolver su problema energético y de polución, optó por la nuclear y las renovables y hoy está entre las líderes mundiales en eólica y solar. Sacándoles trote a sus condiciones internas y economías de escala, empezó a producir paneles en gran número gracias subsidios gigantescos. Y como a mayor oferta el precio cae, sólo era cuestión de tiempo para que esta tecnología disminuyera sus valores que, en la actualidad, corresponden a casi un 15% versus los observados hace cuatro años, asevera un asesor del gobierno. Todavía hay más. La agilidad con que se levanta una central solar es otro puntal, destaca Alfredo Solar, gerente general de la estadounidense SunEdison en Chile: “Se hace en un año. No hay otras tecnologías que puedan construirse a esa velocidad”. Por otra parte, y a diferencia de países como Francia, Alemania y España, donde los menores niveles de insolación han obligado a los gobiernos a entregar generosos subsidios a esta fuente, Chile goza de la mejor radiación del planeta (puede llegar a producir hasta 9 kWh por m² al día, según el National Renewable Energy Laboratory, de Estados Unidos). “Con esto, el desempeño de las plantas solares es muchísimo más elevado”, afirma un consejero gubernamental. Hace algunos años la competitividad de la solar frente a opciones como el carbón o el gas natural estaba en entredicho. Los altos precios y la falta de madurez de la industria jugaban en contra. En el presente, sin embargo, no hay excusas en tal sentido. “Una serie de cifras dan cuenta de que muchas de las críticas a su competitividad tienen bastante de mito”, resume María Paz de la Cruz, directora ejecutiva del Cifes. Ver Nota Completa . |
Posted: 18 Jan 2015 04:00 AM PST
Degradación daña 65 por ciento de la tierra fértil de África
Fecha de Publicación: 18/01/2015 Fuente: IPS País/Región: África Cerca de 65 por ciento de las tierras cultivables de África están demasiado dañadas como para producir alimentos de manera viable, según el Panel de Montpellier, un grupo de expertos africanos y europeos en agricultura, ecología y comercio. El informe “No es un asunto banal: la conservación, la recuperación y la mejora de los suelos de África”, señala que el continente padece la triple amenaza de la degradación de la tierra, el bajo rendimiento y el crecimiento demográfico. Entre otras cosas, el Panel de Montpellier recomienda que los gobiernos africanos y los donantes inviertan en la gestión de los suelos y creen incentivos, especialmente en materia de la tenencia de la tierra para fomentar el cuidado y el manejo adecuado de las tierras agrícolas. Además, recomienda el incremento del apoyo financiero a la inversión en la gestión sostenible de la tierra. El documento se publicó en diciembre, en coincidencia con la declaración del 2015 como el Año Internacional de los Suelos, algo importante para “allanar el camino hacia un desarrollo sostenible real para todos y por todos”, declaró el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el brasileño José Graziano da Silva. La presión humana degradó un tercio de los suelos necesarios en todo el mundo para la producción de alimentos, según la FAO. Sin estrategias nuevas para gestionar mejor la sanidad de los suelos, la cantidad de tierra cultivable y productiva disponible por persona en 2050 corresponderá a la cuarta parte de la que había en 1960. La formación de un centímetro del suelo puede tardar hasta 1.000 años, advierte la FAO. El profesor de agricultura de la ugandesa Universidad de Makerere, Moses Tenywa, dijo a IPS que los gobiernos africanos deben hacer más para promover la conservación del suelo y el agua, algo costoso para los agricultores en términos de recursos, mano de obra, finanzas e insumos. “Los pequeños agricultores suelen carecer de los recursos necesarios para hacer efectiva la conservación del suelo y el agua, sin embargo, es muy importante. Por lo tanto… deben estar motivados o incentivados y esto puede suceder mediante vínculos con los mercados que generen ingresos o crédito”, sugirió Tenywa. “La práctica de la agricultura climáticamente inteligente en cuencas promueve la salud del suelo. Esto incluye a la agricultura de conservación, la agrosilvicultura, la diversificación, el acolchado y el uso de fertilizantes en combinación con la recolección del agua de lluvia”, explicó. Por ejemplo, antes de que los productores recibieran capacitación sobre métodos de gestión del suelo, aplicaban fertilizantes, indicó. Pero ahora muchos tienen la formación para diagnosticar su tierra utilizando un kit de análisis o llevando muestras a laboratorios con ese fin, dijo Tenywa. Se calcula que la degradación de la tierra afecta a 180 millones de personas en África subsahariana, que pierden 68.000 millones de dólares por los cultivos que no pudieron cosechar a raíz de los suelos dañados, según el informe del Panel de Montpellier. “Problemas como la frágil tenencia de la tierra y el limitado acceso a los recursos financieros impulsan a estos agricultores a renunciar a las mejores prácticas de gestión del suelo, las que generarían avances a largo plazo en la salud de la tierra…, por usos de los recursos que son más asequibles o menos intensivos en mano de obra y que exacerban inevitablemente la cuestión”, sostuvo el presidente del Panel de Montpellier, Gordon Conway. La salud del suelo es fundamental para mejorar la productividad de la agricultura africana, una importante fuente de empleo y un gran contribuyente al producto interno bruto, afirmó Wole Fatunbi, experto en desarrollo del Foro para la Investigación Agrícola en África (FARA, en inglés). “Debe explorarse el uso de herramientas sencillas y apropiadas que se adapten al sistema y el bolsillo de los pequeños agricultores, a la vez que existe la necesidad de intervenciones políticas, como la regulación estricta del uso del suelo con fines agrícolas para reducir la degradación”, exhortó. “Si las tecnologías no generan inmediatamente más ingresos o alimentos, los agricultores no las quieren porque nadie va a comer tierra buena. Hace falta envolver las medidas de fertilidad del suelo en un paquete fácil de usar. El compost se puede embalar en forma de gránulos con fertilizantes minerales fortificados para su fácil aplicación”, explicó Fatunbi. El experto menciona las terrazas utilizadas para gestionar la erosión del suelo en las zonas altas de Ruanda y Uganda como un buen ejemplo porque el sistema tuvo leyes que lo respaldaron. Además, el uso de abonos orgánicos en la región de la sabana mediante un sistema que integra la ganadería y los cultivos se convirtió en un modelo de protección y sanidad de la tierra, observó. Mientras tanto, un nuevo informe de investigadores de Estados Unidos cita al calentamiento global como otro factor que actúa sobre el suelo con consecuencias devastadoras. Según el informe “El cambio climático y la seguridad en África”, el continente sufrirá un aumento en la temperatura promedio superior a la media mundial. Las lluvias anuales descenderán en la mayor parte de la región, con la posible excepción de África oriental. La caída de “menos lluvia tendrá serias implicaciones para la agricultura subsahariana, 75 por ciento de la cual es de secano”, advirtió el informe. La producción de distintos cultivos caerá en 2050: “maíz un 22 por ciento, sorgo 17 por ciento, mijo 17 por ciento, maní 18 por ciento y yuca ocho por ciento”, pronosticó. “Por lo tanto, en ausencia de importantes intervenciones en mejoras de capacidad y medidas de adaptación, un recalentamiento mínimo de 1,5 grados amenaza la producción de alimentos en África de manera significativa”, advirtió. La revista National Geographic describió un panorama desolador sobre la situación mundial de los suelos. “Para 1991 se había perdido una superficie mayor que Estados Unidos y Canadá juntos debido a la erosión del suelo, y no muestra señales de detenerse”, escribió el agroecólogo Jerry Glover en el artículo Nuestra buena Tierra. De hecho, los “bosques y la vegetación autóctonos son talados y convertidos en tierras agrícolas a un ritmo mayor que en cualquier otro período de la historia”, puntualizó. “Seguimos cosechando más nutrientes de los que reemplazamos en el suelo”, señaló. “La estabilidad política, la calidad ambiental, el hambre y la pobreza tienen la misma raíz. A largo plazo, la solución para cada uno está en la recuperación del recurso más básico de todos, la tierra”, subrayó el científico del suelo Rattan Lal. |
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