El tóxico Aldicarb detectado en el contenido gástrico del ejemplar de quebrantahuesos "Chloe" hallado muerto en el interior del Parque Nacional, con independencia de su concentración, evidencia la presencia continua de veneno en los Picos de Europa y la habitualidad de la acción delictiva perpetrada con la intencionalidad de causar la muerte a los animales salvajes en el Parque Nacional de los Picos de Europa, y por ello es considerado uno de los puntos negros en los mapas de riesgo del norte de España. Se constatan además, las amenazas, no siempre vedadas, que se vierten en el seno del Patronato del Parque Nacional y cómo, ante el temor de la Administración y de los ecologistas a la suministración clandestina y delictiva de veneno en la naturaleza, el despotismo que ejerce la delincuencia rural que campa a sus anchas en el Parque Nacional.
El proyecto de reintroducción del quebrantahuesos ha sido, desde el principio y hasta el momento, fuente de conflictos no resueltos, no solo por su interacción con la conservación del Lobo ibérico y el Águila real en detrimento del respeto a estas especies, ni por su alto coste económico no compensado tras los continuos fracasos y vicisitudes, sino por cuanto desde el inicio se viene constatando que los envenenadores, siguiendo el mal ejemplo de los que en su día protagonizaron la extinción de esta y otras especies de fauna salvaje, habitan en la zona y actúan con total impunidad en el Parque Nacional de los Picos de Europa y su entorno.
Esta delincuencia hace imposible la continuidad del proyecto de reintroducción y la presencia del Quebrantahuesos en el espacio protegido, y en consecuencia se solicitará formalmente la suspensión del mismo, pues no puede haber nada más desacertado, y hasta puede decirse que inmoral, que seguir poniendo en peligro a la población donante en Aragón retirando pollos de los nidos sitos en la naturaleza en los Pirineos para vengan a morir envenenados en el Parque Nacional de los Picos de Europa.
El argumento de que los ejemplares de quebrantahuesos envenenados pueden ser útiles para la investigación y persecución del delito no se sostiene desde el punto de vista económico, ni practico, ni desde luego ético, pues el seguimiento posicional de las aves puede hacerse con ejemplares de buitres o con cualquier otra ave carroñera, ya que todas ellas pueden testimoniar dónde acaban de perecer tras la ingesta de veneno para la pronta inspección policial de la zona y localización de la fuente, y de hecho hay varios lobos sometidos a radioseguimiento que ya están cumpliendo esa función.
Si algo ha quedado demostrado tras varios años de intentos frustrados que han constado al erario público un gasto ingente es que no es este el momento ni el lugar para lograr la reintroducción del quebrantahuesos, porque los envenenadores están decididos a impedirla, y se ha demostrado que la Dirección del Parque así como la Consejería son incapaces de resolver este gravísimo impedimento, pues con ceder dócilmente a las exigencias del sector cuyos intereses se ven interferidos (si bien compensados) por la presencia del lobo no se consigue el resultado esperado de la erradicación completa de la conducta delictiva.
Laura López Varona, representante de los ecologistas en el Patronato del Parque Nacional de los Picos de Europa. Tfno 679574236.
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