La Coordinadora Ecoloxista d’Asturies
ha instado al Gobierno del Principado para que aclare, a medio de solicitud de
información ambiental, las circunstancias relativas a los vertidos continuados
de aguas residuales que se realizan sobre el concejo de Salas convirtiendo sus
cauces en cloacas.
En ambos casos, dichos vertidos de
aguas residuales se realizan de forma continua desde hace varios años sin
ningún tipo de tratamiento o depuración previa, transformado de tal forma el
río Nonaya a partir de ese punto de confluencia que más bien parece un colector
donde es imposible que prospere cualquier forma de vida piscícola.
La presencia de contaminación resulta
aún más evidente y grave a la salida del propio pueblo de Salas, donde todos
los vertidos procedentes del núcleo urbano se realizan igualmente sin
depuración previa ni tratamiento de las aguas residuales sobre el río Nonaya,
con el consiguiente daño grave a la vegetación y el ecosistema de las aguas
fluviales, generando una situación de
contaminación e insalubridad de gran impacto social y medioambiental.
Tambien se producen al arroyo del
Venuco, por los vertidos en el Polígono Industrial del Zarrín, a los que se ha
de añadir los generados por el núcleo urbano de La Espina.
A la presencia de contaminación de
origen orgánico, se tiene que añadir la que han ocasionado los compuestos
inorgánicos generados con ocasión de las obras de la inicialmente prevista
autovía de Salas a La Espina, inaugurada como una vía rápida y que ha afectado
a numerosos afluentes de dicho río, a las que se suman otras obras de una gran
afección, como las de la realización del paseo fluvial de Salas e incluso las
del propio colector de saneamiento Salas-Cornellana. Dicho colector estaba
previsto para llevar los vertidos desde Salas a Cornellana y a partir de ahí
conducirlos a la depuradora del Bajo Nalón, pero no se acaban de ver
materializadas, tras varios años de realización inconclusa y numerosas
paralizaciones de las obras.
Es inadmisible que el Ayuntamiento de
Salas, que debiera de ser el mayor interesado en proteger sus propias riquezas
naturales, por el contrario sea el principal responsable de la degradación y
deterioro de las mismas, convirtiéndolo al río Nonaya en un río sin vida y
fuertemente contaminado, cuando antes albergaba especies como la rana común,
reos, truchas e incluso, en el curso más bajo, salmones.
Hay que recordar que a la Administración
pública le corresponde el control y el mantenimiento de la calidad de las aguas
y que tiene como obligación mejorar y restaurar el ecosistema de las mismas,
ejerciendo funciones de policía, evitando su degradación y prohibiendo y
limitando vertidos con la imposición de cánones que deben revertir en el
saneamiento de los ríos. Denunciamos que nada al respecto se está haciendo para
evitar el riesgo ecológico contaminante de las aguas ni la alteración en el
ecosistema fluvial.
Coordinadora
Ecoloxista d’Asturies.
Para más información: Tfno.-
629892624 (Fruti)
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