Posted:
19 Feb 2013 01:30 PM PST
Detectan radiactividad en peces a 200
km de la central de Fujuhisma-1
Fecha de Publicación:
19/02/2013 Fuente: EP País/Región:
Japón
Las autoridades japonesas han detectado
altos niveles de radiactividad en los peces de las aguas de la ciudad de Choshi,
ubicada en la prefectura de Chiba, en el litoral oriental del país asiático,
según ha informado la televisión pública NHK. El Gobierno de Chiba ha
asegurado este lunes que los peces capturados a unos diez kilómetros de las
costas de Choshi presentan 130 becquerelios por kilogramo de cesio radiactivo,
30 por encima del límite saludable. La ciudad se encuentra a 200 kilómetros
al sur de la central nuclear de Fukuhisma-1, ubicada en la prefectura homónima
(este), donde tuvo lugar uno de los peores accidentes nucleares de la historia
mundial, equivalente al ocurrido el 26 de abril de 1986 en Chernóbil
(Ucrania). La causa fueron el terremoto y el tsunami que el 11 de marzo de
2011 golpearon las costas de Fukushima, dañando las vasijas de contención de las
barras de combustible de los reactores de la central nuclear, que liberaron gran
cantidad de partículas radiactivas. Las autoridades japonesas se vieron
obligadas a declarar una zona de exclusión terrestre a 30 kilómetros de la
central nuclear, que todavía sigue vigente, y a establecer restricciones al
consumo de los productos naturales de Fukuhisma. El pasado mes de diciembre,
los pescadores de Chiba decidieron voluntariamente suspender sus expediciones
después de detectar hasta 60 becquerelios por kilogramo de ceso radiactivo en
los peces capturados en Choshi. .
|
Posted:
19 Feb 2013 01:27 PM PST
Clave climática está en la
agricultura sin labranza
Fecha de Publicación:
19/02/2013 Fuente: IPS País/Región: Cuba -
Internacional
La agricultura sin labranza es una
respuesta al cambio climático que calza muy bien con las necesidades caribeñas:
aumenta la capacidad de captar agua y de soportar a la vez sequías y excesos de
lluvias, dice el experto Theodor Friedrich, representante de la FAO en
Cuba. En el Caribe insular es necesario desarrollar y promover técnicas que
puedan dar respuesta a la necesidad de cultivar alimentos pese a las amenazas
del cambio climático. "Yo no veo por qué estas islas no pueden producir lo
suficiente para su propio consumo", indicó Friedrich en entrevista con
IPS. "Tenemos que producir más con menos, y la agricultura de conservación es
la base de esa estrategia que recomienda la FAO (Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura)", agregó.
IPS: ¿Qué
desafíos impone el cambio climático para la seguridad alimentaria de la región
caribeña, especialmente la insular? THEODOR FRIEDRICH: El impacto que ya se
siente es una variabilidad más grande del tiempo. Los eventos meteorológicos se
han vuelto más extremos. Las épocas secas o las lluviosas son más pronunciadas y
los huracanes que pasan con frecuencia y regularidad por la zona, son más
fuertes y menos calculables en intensidad e impacto. Estas condiciones
obviamente impactan en la agricultura, un sector productivo lento y que requiere
de una cierta estabilidad ambiental. Muchas de las islas caribeñas son
montañosas y el mal manejo de la tierra, la erosión y los huracanes provocan
desastres naturales que afectan no solo a las zonas rurales, sino a toda la
población.
IPS: ¿Diría usted que la carencia de una agricultura
sostenible aumenta la vulnerabilidad? TF: Esos son problemas estructurales de
la economía en muchos de estos países, que van más allá del cambio climático.
Aunque en Cuba, debido al embargo (económico estadounidense), existe una
situación adicional. En general, los problemas de las otras islas son casi
iguales. No hay producción nacional de insumos ni de materiales para trabajar
la agricultura. Resulta más barato para los países importar los productos
agrícolas de una sola vez en vez de producir en base a insumos como
fertilizantes y maquinaria que también hay que importar. Puede ser también que
la política juegue un papel más importante en estos asuntos.
IPS: ¿Cómo
sacar frutos de la tierra en medio de factores climáticos adversos? TF: En
teoría en todos los terrenos es posible, si ponemos en práctica una agricultura
adecuada, que respete el ambiente y tenga en cuenta también las amenazas del
cambio climático. Hoy en día este tipo de agricultura existe. Yo no veo por qué
estas islas no pueden producir lo suficiente para su propio consumo. Las
capacidades están y requieren un cierto tipo de apoyo político que incentive y
cree condiciones adecuadas para el sector productivo. En eso influye también la
política fiscal y tributaria. Muchas veces se observan impuestos a la
importación de fertilizantes y maquinarias más altos que los tributos a las
compras externas de hortalizas y productos alimenticios, lo cual no tiene
sentido si uno quiere mejorar la producción local.
IPS: ¿Es necesario que
el cambio climático y las variabilidades meteorológicas se tengan en cuenta en
los planes de desarrollo? TF: Sí, definitivamente. Hace falta una visión
política e instrumentos políticos, pero también tecnologías. Ese es uno de los
temas en los que la FAO entra muy fuertemente: desarrollar y promover técnicas
que den respuesta a la necesidad de producir a pesar de las amenazas del cambio
climático y también en las condiciones específicas del Caribe insular, donde
muchas áreas agrícolas se degradan por la lluvia y la erosión.
IPS: ¿Qué
procedimientos resultan más recomendables en estos casos? TF: Un tema en el
cual he trabajado mucho es la agricultura sin remover el suelo, sin labranza,
que responde a la necesidad de mejorar las condiciones económicas del
agricultor, ahorrando costos en combustibles o en el número de
bueyes. También se adapta a los cambios climáticos, porque al no remover la
tierra, esta aumenta la capacidad de captar agua, de soportar sequías con menos
problemas para los cultivos. También de absorber un exceso de agua en casos de
huracanes, por ejemplo.
IPS: ¿Qué tecnología es ésta? TF: Se le llama
agricultura de conservación. Se basa en tres fundamentos: uno es no trabajar el
suelo, la segunda es manejar una cobertura permanente con rastrojos o restos
vegetales, y la tercera es diversificar siembras, en rotación, en frecuencia y
también en asociaciones de cultivos. La clave es no trabajar mecánicamente el
suelo, pues lo que se necesita es una herramienta que abra un hueco o un surco
para poner la semilla en el terreno y taparla. Nada más. Un terreno laboreado
así puede fácilmente absorber más de 100 milímetros de lluvia por hora. No hay
razón para inundaciones en tiempo de huracanes, porque esa agua pasa a áreas
subterráneas y permanece mucho más tiempo en la tierra.
IPS: ¿La FAO
recomienda esta forma de cultivar para áreas pequeñas o también es válida en la
agricultura extensiva? TF: Es un cambio del sistema agrícola general. Se
puede aplicar en extensiones grandes o pequeñas y en países de climas diversos.
Comenzó en el sur de Brasil y en países como Canadá y Australia. Allí los
agricultores, por situaciones como erosión eólica y de agua o por sequía, se
vieron forzados a adoptar ese tipo de agricultura. Alrededor de 10 por ciento
de la agricultura mundial está bajo este sistema. Pero en el Caribe es
prácticamente desconocido. Tenemos que producir más con menos y la agricultura
de conservación es la base de esa estrategia que recomienda la FAO. Esta
forma de cultivar ayuda a mitigar el cambio climático porque capta carbono en el
suelo y reduce emisiones de metano, cuando la aplicamos, por ejemplo, al
arroz.
IPS: ¿Tiene la FAO planes especiales para Haití? ¿Qué está
recomendando? TF: Con este tipo de agricultura podemos dar respuesta a la
situación de Haití, que es el mayor ejemplo de problemas de degradación y mal
manejo de los sistemas de riego. Trataremos de impulsar junto a la agricultura
de conservación lo que aquí en Cuba se conoce como Sistemas de Intensificación
del Cultivo de Arroz y en inglés se llama Systems of Rice Intensification. En
esta técnica no se inunda el cultivo, se evita el fangueo, se siembra el arroz a
grano individual en una distancia muy ancha y se transplanta del semillero
después de ocho a 15 días en plantas muy pequeñas, antes de las cuatros hojas.
Hay un significativo ahorro de semilla y agua. Los rendimientos pueden
fácilmente pasar de 10 toneladas por hectárea. Esas son respuestas muy
adaptables a situaciones como la de Haití. Vamos a ver si podemos iniciar algún
cambio, algún tipo de desarrollo agrícola en ese país y pasar a un manejo
diferente. .
|
Posted:
19 Feb 2013 01:25 PM PST
La mala calidad de las aguas en China
despierta la ira ciudadana
Fecha de Publicación:
19/02/2013 Fuente: EFE País/Región: China
Las nuevas cifras que indican la grave
contaminación de la práctica totalidad de las aguas subterráneas de China, y de
la mayoría de sus ríos y lagos, ha despertado la ira ciudadana y desencadenado
una campaña para denunciar a las empresas contaminantes. Según un reciente
informe del Ministerio de Recursos Hidráulicos chino divulgado por la agencia
oficial Xinhua, un 64 por ciento de las 118 ciudades analizadas cuenta con aguas
subterráneas "muy contaminadas" y un 33 por ciento "levemente contaminadas", por
lo que el agua limpia se limita solo al 3 por ciento restante. Cerca de un
tercio de los recursos hidráulicos del gigante asiático proceden del subsuelo,
una fuente que está contaminada por el continuo vertido de metales pesados,
cuyos componentes -a diferencia de los orgánicos- son mucho más difíciles de
procesar con los métodos tradicionales de tratamiento de agua. "La
contaminación del agua subterránea es algo que sólo recientemente ha llamado la
atención de la población", aseguró hoy a Efe el jefe de campaña de tóxicos de
Greenpeace Asia Oriental, Ma Tianjie, quien advirtió de que algunos de los
tóxicos "son cancerígenos, se incorporan a la cadena alimentaria y llegan a la
población". El agua subterránea se utiliza para el riego de más del 40 por
ciento de las tierras agrícolas de China y supone alrededor del 70 por ciento
del agua potable en las regiones secas del norte y noroeste del país. La
evidencia de la pobre calidad del agua ha provocado fuertes protestas de los
activistas medioambientales, que acusan a los gobiernos locales de proteger a
las empresas contaminantes. En declaraciones a la televisión estatal, el
director del Instituto de Asuntos Medioambientales chino, Ma Jun, reconoció que
la mayor dificultad radica en la protección de las autoridades municipales a las
empresas contaminantes, ya que también son las principales contribuyentes en
impuestos y en creación de empleo. "El problema es grave pero puede ser
superado", dijo el alto cargo, quien instó a la ciudadanía a "participar
ampliamente para denunciar estas malas prácticas". A la propuesta de Ma se
sumó el principal periódico de Pekín, Beijing News, que en un editorial pidió la
ayuda de los internautas y declaró "una guerra contra las empresas sin
escrúpulos". Aunque desde Greenpeace reconocen el esfuerzo de Pekín en
aprobar leyes más duras, también consideran que "la debilidad del Ministerio de
Medio Ambiente en comparación con el de Asuntos Económicos o el de Industria se
traduce en una vaga aplicación de las leyes ambientales". Para combatir el
fenómeno, las autoridades de Weifang, un municipio de la provincia de Shandong
(centro) han ofrecido una recompensa de 100.000 yuanes (16.000 dólares o 12.000
euros) a quien facilite información sobre casos de empresas que viertan
productos tóxicos en las aguas subterráneas de la localidad. La medida se
tomó después de que un reportero de la zona, Deng Fei, acusara a varias empresas
a través de Weibo (la mayor red de microblogging del país) de bombear agua
contaminada a mil metros de profundidad para evitar el cumplimiento de la
normativa. Ante las acusaciones, el gobierno inspeccionó las 715 empresas
locales, pero "no se encontró ninguna evidencia para apoyar las alegaciones de
los internautas". Las denuncias del activista circularon ampliamente por la
red y hasta se convirtieron en el tema más comentado, algo que Deng aprovechó
para pedir a sus seguidores que publicaran fotografías de ríos en sus pueblos
natales, lo que inundó Weibo con numerosas instantáneas de cauces contaminados
de todo el país. Hasta un empresario de Hangzhou, capital de la provincia
meridional de Zhejiang, tras ver el mal estado de un río cercano a su pueblo
natal, ofreció 200.000 yuanes (32.000 dólares o 24.000 euros) al jefe de la
oficina de protección del medio ambiente si éste nadaba en él durante 20
minutos. El funcionario en cuestión se limitó a responder que la
responsabilidad "no recae en él" pero que "prestará atención al caso". Los
cálculos oficiales apuntan a que el número de accidentes de de contaminación de
los acuíferos, principalmente en ríos y lagos, en China alcanzan los 1.700
anuales, pero, tal como apuntó el rotativo pequinés, "se han obviado hasta hoy
porque la mayoría de los casos ocurren en zonas rurales, donde los campesinos no
tienen el derecho a hablar". .
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario