Posted:
05 Nov 2012 02:52 AM PST
'Ciudades resilientes', urbes del
futuro
Fecha de Publicación: 05/11/2012 Fuente:
DW País/Región: Internacional
En Alemania florecen las “comunidades de transición”,
cuya meta es incrementar la autosuficiencia y cambiar los patrones de consumo
local, como respuesta a una posible escasez de fuentes energéticas en el
futuro. Durante mucho tiempo, en Alemania se creía que la mejor manera de
escapar del ciclo consumista imperante en sus grandes urbes –con sus efectos
contaminantes y su tendencia al despilfarro– era mudándose al campo. Pero desde
hace un lustro, una nueva filosofía de vida orientada hacia las ciudades ha
reconciliado a muchos de sus habitantes con la idea de que también ellos pueden
reducir el uso de energía e incrementar la propia autosuficiencia, no sólo como
individuos, sino como comunidades. Ese es el principio detrás de las “redes
de transición”, un movimiento que cuajó hacia 2006 en el marco un proyecto
estudiantil coordinado por el ambientalista Rob Hopkins en Irlanda. Sus
objetivos: conseguir que el lugar donde se vive –sea una aldea o el barrio de
una gran ciudad– se convierta en un sistema “resiliente” de cara al futuro, es
decir, que pueda soportar situaciones extremas y no colapse ante los embates del
cambio climático o la escasez de fuentes energéticas como el petróleo, por
ejemplo. Las estrategias van desde el cultivo de huertos comunitarios para
cosechar alimentos hasta la creación de bazares o empresas para el intercambio
de bienes y residuos, pasando por la reparación o el reciclaje de objetos,
convenios para el uso comunitario de un vehículo o para la compra de productos
agrícolas cosechados en regiones cercanas. Lo que se busca con esto es que en la
propia localidad prospere un modo de vida sostenible; bien sea desde el punto de
vista alimentario y energético, o en materia de salud, educación y
economía.
Preparándose para el futuro Australia, Canadá, Chile,
Estados Unidos, Irlanda, Italia, Nueva Zelanda y el Reino Unido cuentan con
“comunidades de transición” desde hace por lo menos cuatro años. Alrededor del
mundo hay 380 iniciativas de este tipo y en Alemania unas cuarenta. En marzo, el
Gobierno puso en marcha el programa Ciudad resiliente para fomentar el
“movimiento de transición” en territorio germano, pero los ciudadanos que llevan
años practicando sus preceptos prefieren actuar sin la intervención del
Estado. Por toda Alemania florecen jardines urbanos que no han sido sembrados
por las autoridades. En el corazón de Münster, Renania del Norte-Westfalia, por
ejemplo, el activista Georg Heinrichs pretende sembrar plantas cuyos frutos
pueden ser cosechados por cualquiera. Por su parte, el geólogo Tillman
Buttschardt, profesor de Geografía en la universidad local, se esmera en
incentivar a los jóvenes para que sean más autónomos, recuperando habilidades
perdidas que van desde cocinar hasta manualidades tradicionales. Buttschardt
está por iniciar también un seminario sobre el pico petrolero, un concepto que
alude al momento en el que se alcanza la tasa máxima global de extracción de
crudo, y tras el cual el índice de producción entra en declive, mientras la
demanda aumenta. “Queremos averiguar exactamente cómo afectará ese fenómeno a la
vida aquí en Münster y cómo podemos prepararnos a tiempo para esos cambios”,
explica el catedrático, insistiendo en que el cambio de actitudes y de
mentalidad promovido por los activistas del “movimiento de transición” los
convierte en auténticos pioneros. .
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04 Nov 2012 07:50 PM PST
La pequeña agricultura es cada vez
más afectada por el cambio climático
Fecha de Publicación:
04/11/2012 Fuente: Gestión (Perú) País/Región:
Perú
Los cambios abruptos en patrones de lluvia y
temperaturas afectan las cosechas de pequeños productores. Por ello, urge mayor
inversión y políticas de adaptación. Gladys Vila, presidenta de la
Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú
(Onamiap) y pequeña productora de la comunidad Velasco Alvarado de Huancavelica,
sostiene que la variación del clima viene reduciendo significativamente la
producción de diversos cultivos como la papa. “De los veinte sacos de papa
que sacábamos en nuestra comunidad en cosechas anteriores, ahora solo son diez”,
dice Vila. Lo mismo pasa con otros cultivos como la quinua, el maíz, el haba, la
arveja. Con el cambio climático, los ciclos de producción se han alterado en
muchas zonas del país. En algunos casos, la cosecha programada para abril y mayo
se ha retrasado hasta diciembre, dependiendo de la zona. La sequía provoca que
las fuentes de agua cercanas a las zonas de cultivo desaparezcan o se reduzcan y
los agricultores deben invertir tiempo y energía en buscar estas fuentes en
zonas alejadas. En la sierra sur la situación es también crítica. Debido a
las heladas se pierden plantaciones enteras. En la selva, debido al calor
intenso, se acelera la maduración de algunos frutos como la naranja, con la
consecuente pérdida de parte de los productos debido a la
sobreproducción. “Los agricultores ya no las venden porque los precios se van
hasta el suelo. El ciento de naranja puede llegar a costar un sol. En otros
casos, los frutos se pudren y se pierde la cosecha”, acotó. Vila indicó que
el problema no se siente en Lima, pero sí en las comunidades que subsisten con
la pequeña agricultura. “La producción ha bajado, tenemos menos ganancia pero
nuestras necesidades siguen siendo las mismas. Nuestros hijos tiene que comer,
ir al colegio igual”, manifestó. La dirigente quechua sostuvo que la pequeña
agricultura está cada vez más amenazada por el cambio climático y que muchos
jóvenes de las comunidades están migrando a las ciudades para dedicarse a otras
actividades. “Exigimos al Estado que emprenda por fin políticas públicas para
la adaptación de los efectos del cambio climático, que se proteja la seguridad
alimentaria del país y las reservas de agua, pues se está dando prioridad para
las industrias extractivas. A este paso la agricultura nacional está condenada a
desaparecer”, advirtió. En la misma línea, Giovanna Vásquez, coordinadora de
la campaña CRECE de Oxfam en Perú, hace un llamado a las autoridades para
formular políticas que fortalezcan la adaptación al cambio climático de pequeños
productores y productoras en todo el país: “En un contexto en el cual se
viene trabajando en el presupuesto del 2013, es una necesidad orientar políticas
y mayor inversión hacia la adaptación al cambio climático de pequeños
productores, sea fortaleciendo planes y políticas que ya existen o difundiendo
experiencias validadas al interior del país en este tema”, alertó. Vásquez
además recordó que más del 60% de los alimentos que se consumen en todo el Perú
son generados por la pequeña agricultura. .
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04 Nov 2012 07:48 PM PST
Intentan preservar la guacamaya
escarlata para evitar su extinción en México
Fecha de Publicación:
04/11/2012 Fuente: EFE Verde País/Región:
México
Un parque ecológico de la península de Yucatán intenta
evitar que la guacamaya escarlata, una de las aves más vistosas, desaparezca de
México a causa de una "caída catastrófica" de su población. El parque de
Xcaret, creado hace veinte años, lleva trabajando desde 1993 en un programa para
conservar el guacamayo rojo (ara macao), que antaño poblaba por miles las selvas
mexicanas y de los que ahora apenas hay decenas viviendo en libertad. Los
últimos cálculos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la
Biodiversidad (Conabio) indican que en la Selva Lacandona, en el Estado de
Chiapas, existe la única población de estas aves en México, con unos 150
ejemplares. Se han arrinconado allí después de haberse extendido durante
siglos por comarcas distribuidas desde el norteño departamento de Tamaulipas
hasta el sureño de Chiapas. "Dada la precipitada reducción en distribución de
la especie en México, y la baja estimación de su población, es obvio que la
población silvestre de la especie ha sufrido una caída catastrófica, presentando
un riesgo de desaparecer en México", asegura Conabio. Esta ave, de gran
tamaño, con su vistoso plumaje rojo, amarillo y azul, se encuentra también en
bosques húmedos de Colombia, Venezuela, Brasil y otras naciones. En México ha
encontrado en el parque de Xcaret un refugio que, de momento en cautividad, le
permite garantizar su supervivencia en este país hasta que progresivamente
regrese de nuevo a las selvas mexicanas. En este parque se encuentra el mayor
número de guacamayas escarlatas en México y Centroamérica: 950 ejemplares, de
las cuales 100 son parejas en edad de reproducción, la mitad de ellas
activas. Aquí aprenden a volar, a relacionarse con sus semejantes, a formar
una familia y a procurarse comida. "Tienen que aprender muchas cosas",
comenta Rodolfo Raigoza, a cargo de uno de los programas de conservación de
especies más importantes del parque de Xcaret, el término maya que siempre tuvo
la zona y que significa "pequeña caleta". La idea es que, en diciembre
próximo, los primeros cincuenta ejemplares de guacamaya roja o escarlata sean
liberados en la comarca de Palenque, en Chiapas, con el fin de marcar una
tendencia que pueda asegurar la supervivencia de la especie. Eso sólo se va a
conseguir después de que con el tiempo se haya incrementando el número de
parejas reproductivas, con un alto crecimiento en el 2009, y procurando que la
liberación de los ejemplares no ponga en riesgo el futuro del proyecto. Fue
en el 2009 cuando Xcaret alcanzó el récord Guiness por el mayor número de
guacamayas nacidas en un sólo lugar: 105 nacimientos, de las cuales
sobrevivieron los 105 polluelos. No ha sido fácil llegar a eso, porque la
guacayama sólo tiene una pareja en la vida, recuerda Raigoza. "Cuando eligen a
su compañero no se separan nunca y si uno de los dos muere es casi imposible que
busquen a otro", sostiene. De hecho, cuando a diario se sueltan decenas de
ejemplares desde un montículo del parque para que puedan ser contemplados por
los visitantes, al final las parejas vuelven a su lugar volando de regreso
juntas. La guacamaya roja está en peligro de extinción en México no sólo por
la destrucción de su hábitat, sino por el comercio ilegal de estas aves, que
pueden venderse en el mercado negro hasta en 3.000 dólares la unidad para ser
utilizadas como mascotas. Esta ave suele hacer una puesta de tres huevos por
año, pero por lo general sólo sobrevive uno de ellos, siempre y cuando supere la
amenaza de abeja africana, que ocupa los nidos y desplaza a las
guacamayas. Además de la guacamaya roja el programa incluye la protección del
ejemplar verde (ara militaris), con menos riesgos para su
supervivencia. Xcaret es el parque ecológico y cultural más importante de
México, situado cerca de Playa del Carmen y con unas visitas anuales que superan
el millón de personas, que llegan a esta comarca para disfrutar de las playas de
la Riviera Maya. El parque fue creado por el empresario Miguel Quintana para
dar una alternativa educativa a la principal zona turística de México, y a la
vez fomentar el intercambio cultural y la protección del medio ambiente entre
las comunidades de la región. Además del programa de guacamayas, en Xcaret se
ejecutan otros proyectos de protección de la fauna, como el de las tortugas
marinas, a las que se les presta asistencia para anidar. Muchas de las que
nacen aquí, cerca de cinco millones en los cinco años del programa, vuelven aquí
para desovar. De las siete especies de tortuga marina que existen en el mundo,
seis colocan sus nidos en las costas de esta región. El parque ecológico está
buscando que la UNESCO lo incluya en la lista de proyectos que destaca por las
buenas prácticas para la salvaguardia del patrimonio cultural y material, que
recoge programas de ocho países y de los que México aún está ausente. La
propuesta ya ha sido planteada, el comité de la UNESCO correspondiente se
reunirá a partir de diciembre y se espera que haya una respuesta el año próximo,
según fuentes de Xcaret. .
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04 Nov 2012 07:47 PM PST
Biocombustibles, una promesa
agridulce
Fecha de Publicación: 04/11/2012 Fuente: Los
Andes (Argentina) País/Región: Internacional
Informe sobre
biocombustibles realizado por una especialista mendocina desde el foro de
negociaciones de Naciones Unidas sobre biodiversidad, en Hyderabad, India.
La producción mundial de biocombustibles, generados a partir de cultivos
como la caña de azúcar, maíz, palma o soja, despegó en los últimos años gracias
a la promesa de que éstos ayudarían a atajar la crisis energética, al tiempo que
colaborarían a combatir el cambio climático. Además, según sus defensores, los
biocombustibles generarían oportunidades de empleo en zonas rurales y ayudarían
a abastecer de energía a parte de los dos mil seiscientos millones de personas
que a nivel mundial dependen de la leña y el carbón para satisfacer sus
necesidades energéticas. Sin embargo, el desarrollo de biocombustibles
amenaza la seguridad alimentaria al destinarse tierras y agua a producir el
insumo necesario para propulsar el parque automotor de los países ricos, en vez
de asignarse a la producción de alimentos. Otro riesgo es que como
consecuencia de la competencia salvaje que se desata sobre las tierras, se
desplace de manera violenta a comunidades indígenas y locales que habitan desde
tiempos ancestrales zonas atractivas para la expansión agricultural. Esta ha
sido la realidad en Colombia y Malasia. Por último, el desarrollo de
biocombustibles pone en peligro la calidad del suelo, agua y la
biodiversidad. A fin de aminorar estos riesgos, se han creado estándares
internacionales de sostenibilidad que miden “la bondad” con la que han sido
producidos tanto los cultivos como los biocombustibles mismos. Una serie de
compañías certificadoras son luego las responsables de acreditar que los
requisitos mínimos han sido cumplidos. El sistema, sin embargo, tiene sus
detractores, ya que el puñado de certificadoras que existe a nivel mundial ha
sido acusado de buscar más la rentabilidad económica que una auditoría
ambientalmente seria y confiable. Aun con todas las evidencias existentes en
contra de los biocombustibles, y las facilidades para escapar de un sistema
responsable de estandarización y auditoría, 192 países reunidos en Hyderabad,
India, en el marco de las negociaciones de Naciones Unidas sobre biodiversidad,
no han podido más que “invitar” a los países, en un lenguaje débil y tímido, a
que consideren utilizar los mencionados estándares voluntarios cuando
desarrollen sus políticas de biocombustibles. Para la anécdota quedará que
Bolivia advirtió en este foro de naciones el peligro que los biocombustibles
suponen para la seguridad alimentaria y que quiso, junto con otros, endurecer
los requisitos ambientales y sociales para su producción, a lo cual Canadá le
contestó “que esto no era un foro sobre el hambre”. Con ello, la política
ambiental internacional confirma una vez más que los recursos naturales de los
países en desarrollo se ponen al servicio de la satisfacción de las necesidades
de los países ricos, gracias a que las reglas de mercado, hacen más rentable
destruir los bosques para dedicarlos a la producción de biocombustibles que a
conservarlos y hacer una utilización sustentable de los mismos.
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04 Nov 2012 07:46 PM PST
Preocupación por la seguridad de los
134 reactores nucleares europeos en caso de evento EMP por tormenta solar
extrema
Fecha de Publicación: 03/11/2012 Fuente: Nueva
Tribuna (España) País/Región: Unión
Europa
Así lo ha denunciado ante el Defensor del
Pueblo Europeo el Observatorio del Clima Espacial que ha pedido que se abra una
investigación oficial sobre el grado de preparación de las instalaciones
nucleares de toda Europa, del mismo modo que está siendo realizada en estos
mismos momentos por la Comisión de Regulación Nuclear de los EEUU. En el
texto de la petición, al que ha tenido acceso nuevatribuna.es, se recuerda que
en las conocidas como tormentas solares de Halloween de 2003, durante el ciclo
solar 23 y cuyo aniversario se cumple en estos días, la propia NOAA reconoció en
su Memorandum Oficial la afectación de uno de los 10 reactores nucleares de
Suecia. Del mismo modo que se recuerda que previamente se reconoció también la
afectación en distinta medida de hasta 12 instalaciones nucleares en los EEUU
tras la tormenta solar de Quebec de 1989, durante el ciclo solar 22, una de las
más afectadas la central Nuclear de Salem, cuyo transformador quedó
completamente destruido. En ambos casos eventos solares de gran severidad,
pero muy por debajo todavía del gran evento solar registrado en 1859, el
conocido como “Evento Carrington”, e incluso por debajo de la conocida tormenta
solar de 1921 en Nueva York que apagó las luces de Broadway. Ahora, ya en
pleno ciclo solar 24, se trataría de garantizar que las instalaciones nucleares
europeas estén debidamente preparadas para ese 5% de probabilidad de que un
Evento Carrington alcanzase de nuevo Europa en algún momento de los próximos
5-10 años, con independencia de que esa probabilidad se cumpla o no. Incuida la
paralela prevención de cualquier hipotizable evento EMP de origen artificial
causado por la mano del hombre. Para Miguel Ángel Rodríguez, miembro del
observatorio y del grupo de trabajo para el clima espacial desde hace dos años y
autor del informe “Análisis de las medidas de prevención ante el riesgo natural
de “tormenta solar” en el plano internacional: Fundamentos para una nueva
estrategia de intervención española” elaborado por encargo de la Dirección
General de Protección Civil y Emergencias y presentado en las pasadas Jornadas
Técnicas sobre clima espacial de la Escuela Nacional de Protección Civil, ésta
es una cuestión de responsabilidad básica por parte de las autoridades
nacionales y europeas. “Estamos ante una importante confusión de varios
conceptos, a pie de calle pero también en lo institucional, las medidas
preventivas se activan desde el minuto cero una vez constatada formalmente la
existencia del riesgo - ese 5 a 12% de probabilidad según distintos estudios -;
no tiene nada que ver con que al final el riesgo se desencadene y estemos bien
preparados para ello, o que no se desencadene y simplemente nos hayamos curado
en salud. O se rebaten previsiones formales como las del National Risk Register
del Gobierno británico, o se activan desde ya las medidas preventivas en todo su
alcance normal; desde el punto de vista de la norma de cuidado y la diligencia
debida es una cosa o la otra: o las estimaciones de riesgo están equivocadas o,
de no estarlo, lo equivocado es que nuestras infraestructuras se desentiendan de
esas estimaciones; y mucho menos en materia de seguridad nuclear dónde
“desentenderse" es un verbo que no es posible ni conjugar, lo normal es que se
elaboren protocolos específicos para el EMP”. Desde el Observatorio del Clima
espacial han elaborado, además, éste modelo tipo de carta individual al Defensor
del Pueblo Europeo de 22 páginas que cualquier residente en la Unión Europea
puede cumplimentar con sus datos de contacto y remitirlo directamente a
Estrasburgo para apoyar que se abra dicha investigación oficial sobre la
seguridad de las centrales nucleares europeas ante eventos EMP. Los 134
reactores nucleares existentes en Europa no cuentan, en el momento actual, con
planes ni protocolos específicos de emergencias para caso de un gran evento EMP,
pulso electromagnético por sus siglas en inglés, que pudiese colapsar las redes
eléctricas europeas durante varias semanas, o varios
meses. .
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