Posted:
24 Nov 2012 03:52 AM PST
Cuatro grados más o cómo decir adiós
a casi el 95% de la humanidad
Fecha de Publicación:
24/11/2012 Fuente: Yahoo España País/Región:
Internacional
Este mes los expertos en clima se reunirán en Melbourne
(Australia) para tratar sobre los efectos del calentamiento global, y según han
anunciado algunos, incluso recortando las emisiones para cumplir con los
objetivos de Kyoto en 2020, a finales de siglo nos acercaremos peligrosamente a
un aumento en la temperatura de 4 grados. En opinión de Hans Joachim "John"
Schellnhuber, fundador y director del Instituto Postdam para la Investigación
del Impacto Climático (PIK) y director del Consejo de Asesores Alemán sobre el
Cambo Climático (WBGU), el panorama será realmente desolador si tal incremento
en la temperatura llega a darse. Para Schellnhuber, la capacidad del planeta
para albergar humanos en caso de una subida media de 4 grados en las
temperaturas se reduciría a "menos de 1.000 millones de
personas". Obviamente, la prensa ya ha hablado de "apocalipsis", aunque los
científicos prefieren comprender las implicaciones para hacérselas llegar a los
políticos, empresarios y a la comunidad en general. Tal y como comentó el
profesor Kevin Anderson (director del Centro Tyndall para el Cambio Climático en
Gran Bretaña) a la prensa en 2009 durante la fallida conferencia de
Copenhague: "Para la humanidad es cuestión de vida o muerte... [un aumento
así] no conducirá a la extinción del ser humano, ya que unos pocos afortunados,
con los recursos adecuados, podrán desplazarse a las partes apropiadas del
planeta y sobrevivir. Pero creo que es extremadamente improbable que evitemos
una mortandad masiva con cuatro grados de aumento". En aquella ocasión
Anderson se atrevió a dar cifras: "Si en el año 2050 la población mundial es de
9.000 millones y la temperatura se eleva 4, 5 o 6 grados, los supervivientes
podrían ser del orden de 500 millones". Si hacemos las cuentas, eso es hablar de
una mortandad de casi el 95%. El profesor y climatólogo australiano David
Karoly dará a conocer esta semana un documento, junto a otros colegas, en el que
hablan del escenario que una subida de 4 grados traería a la isla
continente. "Estamos desencadenando el infierno en Australia. Cuatro grados
es mucho peor que dos. La disponibilidad de fuentes de agua se reducirá en el
cauce del sistema fluvial Murray-Darling, y las precipitaciones se reducirán a
la mitad en Australia, duplicando las sequías y el riesgo de incendio. Los
niveles del mar subirán 1.1 metros en el 2100, incrementándose hasta los 7
metros con el paso de los siglos incluso aunque cese el calentamiento global. La
gran barrera de coral se morirá y la industria del Sky en Australia
desaparecerá". Otro de los expertos, David Spratt, ha escrito recientemente
sobre las implicaciones de un aumento en las temperaturas de cuatro grados. "El
mundo será más caliente que nunca en la historia de la evolución del
hombre". En su opinión el punto de no retorno será una subida de tres grados.
En ese punto ya no podremos intervenir para reducir las temperaturas en el ciclo
de vida de una única generación. Spratt cita en su artículo al experto de la
NASA James Hansen, que cree que el evento exterminaría a una gran porción de las
especies animales del planeta. La mitad del planeta sería inhabitable, y los
ecosistemas oceánicos y la cadena trófica se colapsarían. Lo dicho, realmente
un panorama apocalíptico. Esperemos que nuestros gobiernos comiencen a escuchar
y empecemos a actuar cuanto antes. Incluso si las predicciones de estos expertos
resultan exageradas, no perdemos nada reduciendo las emisiones de gases
invernadero. .
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Posted:
24 Nov 2012 03:49 AM PST
El Ártico acoge nuevas especies
debido al calentamiento
Fecha de Publicación:
24/11/2012 Fuente: EFE País/Región: Ártico
El Ártico acoge nuevas especies animales y vegetales
debido al calentamiento global, aseguró hoy a Efe María Gavrilo, bióloga y
ornitóloga rusa que acaba de regresar de una expedición de tres meses al
archipiélago de la Tierra de Francisco José. "Hemos encontrado menos hielo y,
en consecuencia, más pájaros, plantas, hongos y mosquitos que antes. Además, nos
hemos topado con ballenas nunca antes vistas en unas latitudes tan
septentrionales del planeta", afirma. La expedición científica rusa, que
incluía a expertos en botánica, zoología y oceanografía, llegó a la conclusión
de que debido a la reducción de la superficie de la capa de hielo y a que se
derrite cada vez más temprano, "las condiciones para la vida animal y vegetal
son ahora más benignas" en la región del mar de Bárents. "Lo que aún no
sabemos es si la presencia en el Ártico de fauna y flora desconocida para estas
latitudes se debe al ya conocido calentamiento global temporal o a un cambio
climático más duradero", matizó. En particular, Gavrilo se ha topado con
cuatro especies de pájaros inusuales para el archipiélago -gaviotas de Sabine,
págalo grande o escúa, el pato marino de cola larga y varios tipos de
andarríos-, además de tres nuevas clases de mosquitos y ballenas fin. "Se
trata de ballenas sureñas. Las corrientes de agua caliente se dirigen al norte y
las ballenas simplemente siguen a los organismos de los que se alimentan. Pero
hay que reconocer que estos animales son un buen indicador, ya que se encuentran
en la cima de la pirámide de la alimentación", apunta. Según Gavrilo, no cabe
duda de que la reducción de la capa de hielo ártica durante los últimos 10-20
años es una "anomalía". "Ciertos tipos de gaviotas y los osos polares son los
que más sufren por el derretimiento cada vez más prematuro. En concreto, los
osos son malos cazadores en tierra firme", dijo. Con todo, la zoóloga rusa es
una firme creyente en la teoría cíclica del cambio climático y recuerda que
algunos científicos ya pronostican un pronto enfriamiento del planeta a la vista
de los procesos en marcha en el sol. "Ya hubo épocas más calientes que ahora
y no se produjo ninguna catástrofe. Algunos creen que el clima está cambiando
debido a la acción del hombre y que el daño es irreversible. Yo, en cambio, creo
que la naturaleza sigue siendo más fuerte que el ser humano. No estamos ante un
calentamiento eterno", indica. Eso sí, en su opinión, la principal amenaza
para la naturaleza es la agresiva ambición comercial del hombre y su deseo de
acceder a territorios inhóspitos como el Ártico. "El hielo cede, aparecen
nuevas tierras y esto atrae al hombre. El peligro reside en el acceso del hombre
a las plataformas continentales, las perforaciones en busca de petróleo y la
pesca intensiva", advirtió. Gavrilo considera que "no importa lo que digan,
no hay medio seguro de extraer hidrocarburos", por lo que "hasta que aparezca
esa tecnología, habría que imponer una moratoria en todo el Ártico". "Soy
optimista por naturaleza, pero no me hago ilusiones. El Ártico no es como la
Antártida, que es propiedad de la comunidad internacional. La soberanía del
Ártico se la disputan diferentes países. Es decir, depende de la voluntad de los
gobiernos", apuntó. Por ello, se opone al acceso a la región de potencias que
no son limítrofes con la región como la India o China, que parece últimamente
muy interesada en la zona. "El Ártico y la Antártida son, como decían los
científicos soviéticos, la cocina del clima de la Tierra. Por eso, hay que
proteger su riqueza natural pensando en las generaciones futuras y educar a la
gente en la importancia de los valores ecológicos", comentó. Como parte de
esa política divulgativa, Gavrilo está a favor del turismo ártico, consciente de
que, debido al difícil acceso y a su alto coste, nunca será masivo. "En los
últimos dos o tres años hemos recibido cruceros con varios cientos de turistas
que se quedaron durante unas dos semanas. También es una forma de concienciar a
la gente. El 10 por ciento restante son expediciones de turismo extremo, pero
son la excepción", señala. La expedición rusa al archipiélago, bajo bandera
soviética y ahora rusa desde hace menos de un siglo, ha permitido trazar un mapa
más detallado del territorio, que incluye casi 200 islas y alberga un peligroso
"basurero industrial" con cientos de miles de toneladas de hidrocarburos
abandonados tras la caída de la URSS en 1991. Gavrilo es subdirectora
científica del parque nacional "El Ártico Ruso", creado en 2009 y que cubre una
superficie de 1,4 millones de hectáreas cubiertas por hielo en un 85 por ciento
y donde viven osos polares, ballenas de groenlandia y
narvales. .
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