ANTE EL PRÓXIMO JUICIO
SOBRE LA CATÁSTROFE DEL PRESTIGE
El juicio oral por el accidente del petrolero 'Prestige'
ocurrido en noviembre de 2002 frente a las costas gallegas comenzará el próximo
16 de octubre de 2012.
Hay que recordar que el miércoles 13 de noviembre de 2002, el
petrolero monocasco con bandera de las Bahamas,
emitió un May Day a la altura del Cabo Finisterre. Presentaba una fuerte escora
y pidió su evacuación. Llevaba una carga de 77.000 toneladas de fuel pesado.
El 14 de noviembre se logró por fin remolcar el buque
evitando su varamiento, ya que se había acercado notablemente a la costa por la
noche). A partir de ese instante, y siguiendo órdenes de las autoridades
marítimas españolas, el petrolero mantuvo un rumbo errático que le condujo
primero en dirección NW (días 14 y 15), a continuación en dirección S (días 15
y 16) y finalmente en dirección SW (días 17 a 19) El 19 de noviembre se informó
que se había partido en dos a 120 millas náuticas de la costa, al oeste del
Cabo Finsterre.
En el momento del hundimiento y días posteriores, el buque
derramó unas 46.000 toneladas más, puesto que el fuel que permanecía en el
pecio no se solidificó, en contra de lo previsto por las autoridades. Se constató
la existencia de catorce grietas por las que se vertían al mar 125 Tm. al día .Pese
al sellado de estas grietas, el fuel continuó fluyendo del orden de 1-2 Tm. al
día hasta mediados de agosto de 2003.
En Asturias llegaron las mareas negras en diciembre,
continuando en cantidad de casos hasta el verano del 2004, como pasó en la
Playa de Aguilar de Muros que estuvo cerrado 2 días de julio por la marea de
manchas de fuel que seguía llegando a las costas. Era frecuente la imagen de
bañistas que compartían espacio con los operarios de TRAGSA que limpiaban la
arena de las “galletas” de fuel que llegaron a entrar con notable intensidad en
concejos como Carreño, Villaviciosa, Colunga o Ribadesella.
Un ejemplo del fuerte impacto que tuvo en Asturias en la
flora y fauna, fue el impacto grave
sobre las aves marinas del que una parte se pudo contabilizar, se recogieron 2767 aves, de las que 1523
aparecieron muertas, gran parte de las vivas murieron a pesar de los esfuerzos
de los voluntarios para salvarlas, solo se consiguieron salvar un 10% de las
aves afectadas que se habían recogidas vivas. Hay que recordar que algunos
trabajos de seguimiento comprobaron cómo 5 años después las gaviotas tenían
daños en órganos vitales, como el hígado y los riñones. Y las crías de estas
gaviotas, nacidas un año después del vertido, presentan una alta concentración
de hidrocarburos en sangre. Esto indica que el petróleo se mantiene en la
cadena alimenticia.
Otros impactos que se produjeron tuvieron menor publicidad,
es el caso de la afección a la salud humana, sobre todo para quienes tuvieron
contacto directo con el fuel en las tareas de limpieza. Hubo estudios sobre la
afección a los pescadores que en los primeros momentos de la catástrofe estaban
dedicados a la recogida del galipote. Pero no habría que olvidar que hubo personal
operario que estuvo trabajando en la recogida del fuel y en contacto con esta
tóxica y peligrosa sustancia durante meses. Aquí en Asturias la empresa TRAGSA
contrató a los operarios que hicieron esta labor, las condiciones
higiénico-sanitarias generaron críticas entre estos trabajadores y cabe
destacar que fue condenada en juicio, tras las labores y mediante denuncia de parte
de sus operarios, por incumplimiento de su propio Convenio Colectivo. De estos
y otros impactos desconocemos su verdadera magnitud, que igual pudieran salir a
la luz durante el juicio.
El 30 de septiembre de 2004 acabaron los trabajos de limpieza
de la costa asturiana, a pesar de que seguían muchísimos pedreros y playas no turísticas
contaminadas, que nunca se limpiaron. Solo se esmeraron en las playas más
turísticas. Hubo muchos pedreros que nunca se limpiaron, en los que todavía hoy
tenemos muestras de esta suciedad como son Oleiros en Cudillero, Oles en
Villaviciosa.
Después de diez años hemos visto, tras lo sucedido este junio
con el vertido de Aboño, que seguimos improvisando con estas catástrofes, que
no tenemos la infraestructura adecuada para atenderlas, ni técnica ni material.
- No hay operativo ni un solo plan de contingencia para
evitar este tipo de accidentes.
- Nada se sabe del impacto real en los fondos marinos y sus
consecuencias. Hay que recordar que no se valora la bioacumulación de los
compuestos que están presentes en el fuel en los seres marinos, que luego
acaban en nuestra dieta.
- Los petroleros monocasco siguieron circulando, a pesar de
los acuerdos internacionales, con banderas de conveniencia por lo que es
imposible exigir todas las responsabilidades y verificaciones.
- Se ha visto como siguen siendo escasas las medidas que se
toman de prevención para evitar la contaminación que sufrieron los trabajadores
y voluntarios que estuvieron en contacto
con el fuel, que padecieron síntomas similares a la bronquitis crónica y
alteraciones cromosómicas, parecidas a las producidas por trabajos relacionados
con sustancias tóxicas. Se comprobó este junio en Candás, donde estaban
presentes operarios con ropa normal y sin mascarillas limpiando el fuel, la
misma actitud negligente protagonizada en su día por TRAGSA como antes
decíamos.
- En Asturias sigue sin haber un centro publico para la
recuperación de las aves, por lo que las se recogen tienen pocas esperanzas de
vida.
Tenemos que recordar que no fue ni la primera catastrofe,
ni será última porque estamos sumidos en un sistema económico cuya esencia se
basa en el creciente consumo y el continuo despilfarro de recursos no
renovables, como es el caso del petróleo y sus derivados. Estamos a merced de
los intereses de las multinacionales petroleras que no solo transgreden el
derecho marítimo sino que llegan a imponer sus intereses y decisiones sobre los
gobiernos de muchos países.
El mar y sus recursos constituyen un bien no
renovable que, en el caso de Asturies, padece graves problemas de contaminación
derivado de las múltiples instalaciones industriales presentes en todo el
territorio, junto a sistemas de depuración de las aguas de nuestras poblaciones
deficientes o inexistentes. Todo ello contribuye a un impacto continuo sobre la
biodiversidad marina y la riqueza de nuestros caladeros. Por tanto, se precisa
no sólo tratar y considerar la limpieza de playas, pedreros y fondos marinos
sino también de considerar la conservación y recuperación del mar y sus
ecosistemas en su conjunto.
Coordinadora Ecoloxista d’Asturies
Para más información tfno. 629892624 (Fruti)
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