La Coordinadora Ecoloxista d’Asturies ha solicitado a la Consejería
de Agroganadería y Recursos Autóctonos una investigación rigurosa y en
profundidad de las circunstancias rodean la aparición la pasada semana de
un ejemplar de oso muerto descompuesto en la localidad de Fresnedo, en el
Concejo de Teverga.
Aunque aún se desconocen las razones de la muerte del oso, este
hecho debe ponerse en relación con los ocurridos el pasado año, en que
aparecieron varios animales salvajes envenados en Páramo de Teverga, sin
que a día de hoy se haya encausado a los responsables que perpetraron tales
delitos contra la fauna tipificados en el artículo 336 del Código Penal y para los
que se prevén penas de hasta dos años de prisión.
Este lamentable hecho se suma a las muertes de diecinueve osos más
en lo que va de década en la Cordillera Cantábrica, seis de los cuales murieron
envenenados, dos de ellos en Asturias. No se puede tener una estimación
real del número de ejemplares muertos por envenenamiento, bien sea por la
inaccesibilidad, por no emplear el mismo esfuerzo en las diferentes especies o
bien por otro tipo de factores.
La Coordinadora Ecoloxista quiere denunciar además la pasividad de
la que el Gobierno del Principado hace gala al tolerar la práctica del uso de
cebos envenenados, lazos y cepos, y olvidar que todo delincuente, debe ser
perseguido por atentar contra el patrimonio natural con igual dureza que la
que persigue a quienes lo hacen contra cualquier otro patrimonio, pues este
delito supone la eliminación indiscriminada de la fauna, ya que, al no ser un
método selectivo, afecta a especies predadoras de todo tipo, carroñeras,
omnívoras e incluso animales domésticos. Además de ser una práctica cruel
con los animales, altera la organización de los ecosistemas y puede tener
repercusiones negativas en los seres humanos, ya que el veneno entra en la
cadena alimenticia con consecuencias imprevisibles. Sea cual sea el tipo de
veneno utilizado, todos ellos conducen a una muerte prolongada y dolorosa por
sofocación y parálisis muscular.
La Coordinadora Ecoloxista recuerda que el uso de venenos es la
principal amenaza para la fauna, la más grave y nefasta en España y que ya
en los años 60 y 70 del pasado siglo el uso de cebos envenenados fue una
práctica usual de ganaderos y cazadores que provocó la extinción de especies
silvestres como el Quebrantahuesos. Pese a que la repulsa social y la
persecución rigurosa del delito supusieron que los casos se redujeran, es lo
cierto que esta permisividad de la que adolece la Administración pública en la
actualidad, responsable de la custodia y conservación de los valores naturales,
está ocasionando que el uso del veneno se esté volviendo a reactivar, siendo
necesarias y urgentes actuaciones decididas tanto a perseguir con dureza
estas actuaciones como a concienciar a la población de las nefastas
consecuencias de estas prácticas que la sociedad rechaza por abominables y
porque implican la extinción de especies de fauna autóctona, que son
patrimonio natural de todos los asturianos, con el agravante de que los
principales afectados son precisamente las especies que ya están en serio
peligro de desaparecer para siempre. Y aunque peligro significa que todavía
hay tiempo, extinción es sinónimo de irreversible.
Coordinadora Ecoloxista d’Asturies
Para más información tfno. 629892624
No hay comentarios:
Publicar un comentario