Con
motivo de las sorprendentes declaraciones del director general de Calidad
Ambiental de Asturias, Manuel Gutiérrez, sobre la calidad del aire en Avilés,
en las que mantiene que los datos del Ministerio no coinciden con los enviados
por Asturias, ya que, según explicó, «en Avilés se cumple con todos los
parámetros, salvo en algún caso puntual en las mediciones de partículas en
suspensión de menos de diez micras», queremos rebatir estas afirmaciones.
No deja de
sorprender ese continuo interés del Principado en negar lo evidente, porque los
escapes, olores, vertidos e intoxicados de los que tenemos constancia todas las
semanas, no nos los inventamos los ecologistas, son la realidad de esta comarca
con la complicidad del Principado que mira para otro lado y no cumple sus
obligaciones legales.
Con bien sabe el Director de Calidad
Ambiental, aunque lleve unos meses en el cargo, tiene que conocer que los únicos
datos que tenemos son de las estaciones
medidoras de la contaminación del Principado en Avilés, porque las otras
estaciones de control de la contaminación de la comarca son de empresas
privadas y sus datos tienen que ser públicos; sin embargo el Principado nos
viene negando el acceso a sus datos de forma continúa, porque reconocen que son
tan malos que generaríamos alarma social si los conociéramos. Con esta disculpa
nos viene negando el acceso a la información de forma continuada en los últimos
años, vulnerando la Ley 27/2006 de 18 de julio, por la que se regula los
derechos de acceso a la información, de participación pública y de acceso a la
justicia en materia de medio ambiente, pero no les importa incumplir una ley
más.
Pero no sólo es eso, sino que permitieron
que el Puerto de Avilés cambiara la estación
de control de la contaminación ubicada en una zona sensible sin facilitarnos
los datos: la han puesto en la esquina del Puerto detrás del edificio de prácticos,
escondida de la realidad ambiental y a pesar de ello siguen sin darnos sus
datos.
El
Director de Calidad Ambiental dice que la única estación con problemas está en el
polígono de las Arobias, pero sabe de sobra que eso es falso: no sólo en esta
estación se superan los valores de partículas, sino que también lo hacen las
otras tres que tenemos (Llano Ponte, Llaranes y Plaza de la Guitarra) y seguro
que también en las privadas.
Pero
no sólo son superaciones en los valores de las partículas conocidas como PM10,
si no que también tenemos valores desproporcionados de benceno (en Llaranes) y óxidos
de nitrógeno (en Llano Ponte), porque estos son los contaminantes que se miden.
Si se mirasen otros, como el famoso mercurio que tan de actualidad está en
Asturiana de Zinc, o el fluorhídrico de actualidad por Chemastur, posiblemente
los valores saldrían disparados, pero como no se miden, se nos dicen que no
existen, lo que es evidente que es falso.
El Principado en su
estrategia de reducir los niveles de contaminación, lo único que hace es
camuflarla, así desde hace años no aplica el factor de corrección de 1,2 a las
partículas PM10, tal como exigió el Ministerio de Medio Ambiente según estudio
realizado por el Instituto Carlos III y de acuerdo a las conclusiones del Grupo
de Trabajo de la Comisión Europea sobre partículas atmosféricas en suspensión,
al cambiar de medir materia sedimentable a partículas con los mismos equipos.
El Principado no aplica este factor desde el año 2006, de manera intencionada
para reducir los valores medios que indican las estaciones de control y reducir
los días de superación de los umbrales legales.
La
contaminación en partículas PM10 está asociada a la aparición y el agravamiento
de múltiples patologías. Según la Organización Mundial de la Salud, la
exposición crónica a las partículas aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares
y respiratorias, así como de cáncer de pulmón. Asimismo esta organización
afirma que la mortalidad en ciudades con niveles elevados de contaminación
supera entre un 15% y un 20% la registrada en ciudades limpias, de ahí los
beneficios de toda índole, incluidos los económicos, que se producen con la
inclusión de políticas reductoras de la contaminación. La OMS estableció en
2005 unos valores límite para partículas PM10, aún más restrictivos que los
vigentes en la Unión Europea, en sus Guías de Calidad del Aire. Así mientras
España considera un valor límite promedio anual de 40 µg/m3, la OMS
lo establece en 20 µg/m3.
Los Óxidos de nitrógeno
provocan irritaciones del sistema respiratorio, reducción de la función
pulmonar, agravamiento de alergias respiratorias y asma, favorece las
bronquitis y bronconeumonías y empeora el EPOC. El NO2 afecta a los tramos más
profundos de los pulmones, inhibiendo algunas funciones de los mismos, como la
respuesta inmunológica, produciendo una merma de la resistencia a las
infecciones. Los niños y asmáticos son los más afectados.
El
benceno es un hidrocarburo cíclico volátil que presenta alta reactividad con
compuestos oxidantes. Químicamente es un líquido incoloro de aroma dulce, que
se evapora rápidamente en la atmósfera y con una solubilidad en agua bastante
escasa. El benceno está clasificado como cancerígeno por la Organización
Mundial de la Salud, incluso en dosis muy bajas, al ser un reconocido carcinógeno en
seres humanos y otros mamíferos lactantes. La exposición de larga duración a
altos niveles de benceno en el aire puede producir leucemia, cáncer de colon, etc...
Colectivo
Ecologista de Avilés
Para más
información, tfnos. 629892624 (Fruti)
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