Salinización general de los ríos del
planeta
Fecha de Publicación: 16/01/2013
Fuente:
Ecoticias
País/Región: Internacional
En ecosistemas
fluviales de todo el mundo, el exceso de sal en los ríos a causa de la actividad
humana es un factor que condiciona la supervivencia de organismos y comunidades,
la biodiversidad y el equilibrio ecológico de todo el ecosistema, y genera
también efectos de carácter económico y problemas de salud pública. Esta es una
de las conclusiones del artículo publicado en la revista Environmental
Pollution, liderado por científicos españoles de la Universidad de
Barcelona.
Según explica Miguel Cañedo-Argüelles, primer autor del estudio,
"este artículo quiere dar una visión integradora y hacer hincapié en la gravedad
de los efectos ecológicos, económicos y de salud global que provoca la
salinización secundaria". El experto remarca que se trata de un proceso global:
"Se da en muchas regiones del mundo, a pesar de que todavía hay un gran
desconocimiento sobre esta problemática".
El ejemplo más extremo de
salinización se encuentra en algunos ríos de Australia. "Sin embargo —añade
Cañedo-Argüelles—, en este caso sí que se han realizado estudios de ámbito local
para diagnosticar de manera clara el problema. En consecuencia, en algunos ríos
todos los agentes que hacen uso de sus recursos naturales (agricultores,
industriales, etc.) han cooperado para buscar soluciones".
En el continente
europeo, el proceso de salinización de ríos por la acción de las personas se
está agravando desde hace años. "En España también es un problema", señala el
catedrático Narcís Prat, director del Grupo de Investigación Freshwater Ecology
and Management (FEM) de la UB. "En la depresión del Ebro, debido a las
características del suelo y del tipo de agricultura que se practica, existen
ríos todavía más salados que algunos de Australia , pero aquí las prioridades en
la gestión de los recursos hídricos tienen poco en cuenta la conservación de los
sistemas fluviales y esta cuestión no se corrige". Según Prat, este tema todavía
es más grave en la región de Murcia: donde riegan mucho y hay poca agua, y los
ríos son salinos por el efecto del exceso de explotación del agua.
La
salinidad en los ríos catalanes
En la red hidrográfica catalana también
existen tramos con niveles altos de salinidad. En concreto, los expertos han
estudiado la salinización de la cuenca del Llobregat con la ayuda del mesocosmos
Sostaqua, una infraestructura que se encuentra en la depuradora de Balsareny.
Esta instalación, que recrea las condiciones naturales del ecosistema fluvial,
fue construida por el grupo FEM de la UB y la empresa Aigües de
Barcelona.
"Sabemos que el Llobregat está salinizado desde hace tiempo
—asegura Narcís Prat—, pero además de la sal, también existen otros parámetros
que pueden afectar la calidad medioambiental del agua. Por lo tanto, a veces no
sabemos qué es lo más importante, si la sal o la contaminación producida por
otros factores. Con el mesocosmos, podemos estudiar de manera aislada el efecto
de cada factor, por ejemplo, la concentración de sales, y diferenciarlo de la
influencia de los otros factores".
A pesar de la mejora cualitativa del agua
del Llobregat, gracias a la construcción del colector de salmueras, que conduce
los lixiviados de las explotaciones mineras directamente al mar, los expertos de
la UB alertan de que la salinidad continúa siendo un tema pendiente porque el
colector no ha resuelto todas las dificultades.
Para Narcís Prat, "el nivel
de salinidad del tramo bajo del Llobregat a partir de la zona de la minería de
potasa está en el límite del uso agrícola y es inaceptable para el uso humano.
La situación no es tan alarmante como en los ríos de Australia pero es
preocupante. Y en el tramo bajo del Besòs sucede el mismo: las aguas cada vez
son más saladas, en este caso no por la actividad minera sino por procesos
relacionados con la descalcificación del agua, que es similar a lo que pasa con
nuestros lavavajillas, a los que añadimos sal para evitar las manchas que
dejaría la cal".
Un exceso de sal que dificulta la potabilización
La
abundancia de sal, explican los expertos, también afecta negativamente la
potabilización del agua. Obliga a implantar, por ejemplo, nuevas tecnologías,
como la ósmosis inversa, que han encarecido el proceso de potabilización del
agua de consumo en las plantas de Abrera y de Sant Joan Despí. Además, el uso de
cloro para potabilizar el agua produce muchos compuestos químicos derivados que
pueden ser tóxicos para el medio ambiente y la salud.
Según el artículo, el
marco legislativo actual es todavía "demasiado flexible" en relación con los
límites de la concentración salina que pueden tener los ríos. A escala europea,
la salinidad tampoco se considera un problema principal y no existe ninguna
directiva de regulación.El factor empresarial e industrial, en muchos países,
prevalece sobre la necesidad de establecer una legislación más
restrictiva.
En opinión de Miguel Cañedo-Argüelles, "No hay conciencia de la
gravedad del problema y se carece de información sobre cómo afecta el exceso de
sal a la funcionalidad del ecosistema fluvial".
En el estudio, los autores
se refieren a modelos eficientes de gestión: por ejemplo, el sistema de créditos
que se ha aplicado en el río Hunter, en Singleton (Australia), con vertidos
controlados de sal adaptados al régimen de la corriente fluvial: se permite
verter más sal cuando el caudal es más elevado y menos cuando el río tiene el
caudal más bajo.
Los efectos del cambio global podrían incrementar todavía
más la salinidad de los ríos en muchas regiones. Cañedo-Argüelles cree que «es
difícil tener modelos sobre el impacto del cambio climático. En comparación con
otras regiones del planeta, se espera que en la región Mediterránea disminuyan
las precipitaciones, se incremente la sequía, el consumo de agua y, en
consecuencia, la salinidad en los ríos». Para el catedrático Narcís Prat, en
definitiva, «lo más importante es pasar de pelearse a cooperar. Hay que
reaccionar antes de que el problema del exceso de sal en los ríos de Cataluña y
de todo el mundo sea más grave de lo que ya es en la
actualidad».
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