Posted:
26 Jan 2013 04:02 AM PST
14 grandes proyectos que agravarían
el cambio climático
Fecha de Publicación:
26/01/2013 Fuente: Ambientum País/Región:
Internacional
La ONG Greenpeace ha publicado el informe
"Punto de no retorno", que recoge los 14 proyectos de uso masivo de carbón,
petróleo y gas que más agravarían el cambio climático. El informe recoge 14
proyectos que emitirán de forma intensiva CO2 a la atmósfera. Algunos de estos
casos corresponden a la expansión masiva del uso de carbón en Australia, China,
EEUU e Indonesia, la extracción de petróleo de arenas bituminosas en Canadá, o
la producción de gas y petróleo en el Mar Caspio, el Ártico y Brasil. La
investigación de Greenpeace sale a la luz a la vez que se celebra el Foro
Económico Mundial de Davos, donde su informe Global Risks 2013, preparado para
dicha reunión, advierte que el aumento de temperatura media mundial está entre
3,6 y 4º C, y posiblemente alcance los 6º C. Estos aumentos serían muy
superiores a la promesa hecha por los gobiernos para mantener el calentamiento
global por debajo de un aumento global de 2º C. "Estos grandes proyectos, que
causarán más cambio climático, son el resultado directo de la hipocresía
mostrada por un puñado de gobiernos. Estos dicen querer evitar un cambio
climático catastrófico, pero vergonzosamente aprueban y promueven importantes
proyectos para quemar combustibles fósiles que conducirán al caos climático y a
la devastación", ha dicho Kumi Naidoo, director ejecutivo de Greenpeace
Internacional. En el análisis encargado por Greenpeace a Ecofys se muestra
cómo, para el año 2020, estos 14 proyectos aumentarían las emisiones de CO2 en
seis gigatoneladas/año. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) advierte
que las emisiones anuales de CO2 alcanzan ya un récord de 31,6 gigatoneladas, a
pesar de que algunos de los gobiernos aquí implicados llevan años comprometidos
en reducir sus emisiones. La modelización realizada por Ecofys muestra que las
emisiones anuales de CO2 de estos proyectos, sería mayor que el total de
emisiones de Estados Unidos, lo que produciría un calentamiento global
catastrófico. Se puede evitar el cambio climático y sus consecuencias
negativas reduciendo lo antes posible las emisiones de GEI. Greenpeace
demuestra, con su estudio Energia 3.0, que una [R]evolución Energética es
posible apostando por el ahorro, la eficiencia y las energías renovables. "Nos
estamos quedando sin tiempo para evitar un cambio climático catastrófico", ha
añadido Naidoo. "Las empresas que promueven estos proyectos, y los gobiernos que
lo permiten, tienen que sustituirlos de inmediato por otros basados en energía
renovable y poder convertirse así en parte de la solución al caos
climático". .
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Posted:
26 Jan 2013 03:59 AM PST
Todos los países desean sentarse en
la mesa donde se decidida sobre el Ártico
Fecha de Publicación:
26/01/2013 Fuente: EFE País/Región: Internacional -
Ártico
El Ártico se resquebraja a velocidad de
vértigo con posibilidades de provocar graves alteraciones, pero los países han
optado por desoír a los científicos e iniciar una lucha diplomática por sentarse
en la mesa donde se decida qué pasará con los recursos que ocultaba el
hielo. Los países han dejado constancia de su desesperación por no quedar
fuera del reparto de "la tarta" ártica en el plenario y pasillos del Congreso
Internacional sobre el Artico, Arctic Frontiers, que se celebra esta semana en
la ciudad noruega de Tromso. Esta es la octava ocasión que Noruega organiza
un cónclave en la "capital del Ártico", pero nunca había reunido a tal cantidad
de delegados (más de 1.000) y altos representantes políticos (ocho ministros y
más de veinte embajadores). Durante el periodo que separa el primer Arctic
Frontiers de 2006, con el que un grupo de investigadores de la Universidad de
Tromso trataron de promover un encuentro para alertar a los políticos de lo que
estaba pasando en el Ártico, y éste de 2013, este océano ha perdido durante el
verano una superficie helada casi dos veces del tamaño de España. En este
tiempo se ha sabido que la retirada del hielo, que podría ser total en verano en
2030, haría accesibles el 30 % de las reservas de gas mundiales sin explotar y
el 15 % de las de petróleo, importantes caladeros pesqueros y golosas rutas de
navegación, según datos del propio Consejo Ártico (CA), que ha pasado de ser un
órgano intergubernamental anodino a un foro donde todos quieren estar. El CA
nació en 1996, paradójicamente, para promover el desarrollo sostenible y la
cooperación en este océano, gran parte del cual es territorio internacional
administrado por las Naciones Unidas. Tiene como miembros a los ocho países
con territorios por encima del Circulo Polar -Canadá, Rusia, Noruega, Dinamarca,
Islandia, Estados Unidos, Suecia y Finlandia- y a sus comunidades indígenas, y
cuenta con más de una veintena de observadores. Seis de ellos poseen el rango
de "permanentes", como es el caso de España, y tienen derecho a participar en
sus seis grupos de trabajo y acudir a las reuniones, aunque no a votar ni a
decidir, explica el recién nombrado secretario del CA, el islandés Magnus
Johannesson. En principio, las competencias del CA, con sede en Tromso, no
van más allá de las citadas, pero el hecho de que sea el foro de mayor nivel
político para tratar las cuestiones de una región en la que los países solo
parecen ven oportunidades económicas ha desencadenado importantes tensiones
dentro y fuera del mismo. En su seno, Canadá o Rusia parecen preferir "un
Ártico a cinco" en el que solo estén los cinco Estados limítrofes (ellos dos más
EEUU, Noruega y Dinamarca), sin las comunidades indígenas, y se niegan a aceptar
más observadores, según confirman a Efe fuentes diplomáticas de ambos
países. En contraposición, ministros de países sin fronteras directas, como
el titular de Industria de Islandia, Steingrimur Sigfusson, o el de Exteriores
de Suecia, Carl Bildt, han sostenido en sus discursos que el CA debe ser el foro
a ocho donde se decida todo lo que concierne al Ártico. Johannesson confirma
que el CA tiene sobre la mesa 14 solicitudes para ser observadores, entre ellas
las de China, Japón, Corea del Sur, Italia, Singapur o la Unión Europea, cuyos
mandatarios han acudido a Arctic Frontiers a dar argumentos para ser aceptados
en este deseado club. Tras el embajador chino en Noruega, Zhao Jun, quien ha
llegado a decir que China "se siente un Estado ártico", la más insistente ha
sido la comisaría europea de Pesca, Maria Damanaki. La UE, que ya ha sido
rechazada en dos ocasiones (2009 y 2011), y los otros trece candidatos tendrán
en mayo la que probablemente sea su ultima oportunidad para entrar en varios
años, ya que la presidencia dejará de estar en los países nórdicos europeos,
partidarios de nuevos observadores, y pasará a Canadá y luego a EEUU. La más
de una decena de representantes indígenas que han hablado en el Plenario de
Arctic Frontiers han reclamado, por su parte, que quieren ser consultados y
tener derecho a decidir sobre todo lo que ocurra en el Ártico, pues serán "los
primeros afectados", subraya Sara Olsvig, representante de los Innuit de
Groenlandia en el Parlamento danés. La ministra de Sanidad canadiense, de
origen indígena y próxima presidenta del CA, Leona Aglukkaq, subraya que el
primer objetivo de su etapa al frente del Consejo será que estas poblaciones se
beneficien "del boom económico que experimentará el Ártico en los próximos
años". .
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Posted:
26 Jan 2013 03:55 AM PST
Ecuador asume debate sobre
legalización de transgénicos
Fecha de Publicación:
26/01/2013 Fuente: Terra País/Región: Ecuador
Cuatro años después de su prohibición, los transgénicos han vuelto
al debate en Ecuador de la mano del presidente y candidato a la reelección
Rafael Correa, quien varió su posición y ahora se plantea legalizarlos según él
para cuadruplicar la producción agrícola y aliviar la pobreza. La
Constitución de corte socialista impulsada por Correa, aprobada en 2008, declaró
al país "libre de cultivos y semillas transgénicas". Para César Paz y Miño,
decano del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad de Las
Américas (UDLA) de Quito, la prohibición de semillas genéticamente modificadas
representa un límite negativo para la ciencia. "Prohibimos lo que podría ser
un instrumento de desarrollo", sostiene. Agroecologistas como Javier Carrera,
vocero de la Red de Guardianes de Semillas -una ONG que promueve ese tipo de
agricultura- plantean que Ecuador debe mantenerse libre de transgénicos para
preservar su diversidad agrícola. "Sería muy peligroso que se permita el uso
de estas semillas", sostiene Carrera, y explica que el país es originario "de
más de 35 especies de sembradíos, lo que le convierte en un banco genético de la
humanidad", el cual quedaría expuesto a una "contaminación". En septiembre
pasado, el presidente Correa declaró que "las semillas genéticamente modificadas
pueden cuadruplicar la producción y sacar de la miseria a los sectores más
deprimidos", y sostuvo que cometió "un error en la Constitución" al dejarse
influenciar por el "ecologismo infantil". "Si es necesario enmendar la
Constitución, así habrá que hacerlo", manifestó el gobernante, sugiriendo la
posibilidad de generar semillas resistentes al frío. La reforma podría
hacerse realidad si Correa logra la reelección el 14 de febrero, algo probable
según las encuestas de intención de voto que lo dan ganador en primera
vuelta. Roberto Gortaire, miembro de la Conferencia Plurinacional e
Intercultural de Soberanía Alimentaria (Copisa), un movimiento ciudadano que
fomenta la agroindustria ecológica, cree que muchos de los supuestos beneficios
de los transgénicos son por ahora mitos. "En Ecuador hay alrededor de 15.000
fincas que han adoptado el sistema agroecológico para sus cultivos y más de 120
iniciativas comerciales que están colocando sus productos en el mercado",
destaca Gortaire, y agrega que este tipo de sembradíos tiene índices de
rendimiento "más altos que la media". No hay pruebas de que en Ecuador haya
cultivos transgénicos, ni siquiera antes de la proscripción, dijo Elizabeth
Bravo, miembro de la ONG Acción Ecológica, en el marco de un foro que acaba de
debatir el tema. Para el activista de Copisa, "ciertos sectores académicos
están interesados en que Ecuador no sea libre de transgénicos por la ganancia
económica que implicaría para ellos". Esas siembras utilizan semillas que han
sido genéticamente modificadas a través de la biotecnología -a diferencia de
semillas comunes que adquieren genes a través de la polinización- y la principal
parte corresponde a maíz y soya. Pese a que en el país está prohibido el
cultivo y la producción de semillas transgénicas, se permite la importación de
productos que las contienen. De hecho, según Gortaire, la mayoría de animales
que consumen los ecuatorianos se alimenta con comida importada hecha a base de
soya o maíz genéticamente modificada. Paz y Miño cuestiona esta situación.
"Están diciendo no a las semillas, pero sí a los productos. ¿Acaso estos no
producen los mismos daños?". Carrera y Gortaire advierten de posibles efectos
negativos de los transgénicos en la salud humana como alergias, abortos
espontáneos y problemas intestinales. Pero Paz y Miño enfatiza que "no hay
evidencias contundentes de que consumir este tipo de alimentos sea nocivo para
la vida". Los transgénicos ganan cada vez más terreno en Sudamérica, donde
Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Uruguay los permiten y solo Venezuela, Perú
y Ecuador los prohíben. Paz y Miño opina que, al mantenerle libre de
transgénicos, Ecuador pierde competitividad frente a sus vecinos. "La región se
está inclinando hacia el uso de transgénicos y van a aprovechar. Su producción y
ganancias aumentan", sostiene. Carrera, en cambio, piensa que la agroecología
podría aportar esa competitividad. "Tenemos el potencial de ser los proveedores
de productos orgánicos para el continente, y para Europa también",
asegura. .
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